Limpieza. Limpieza de pensamientos, de actitudes, de estructuras, y por qué no? de personas también. Limpieza de todas aquellas cosas que son del pasado y que no tiene sentido que sigan estando en el presente. Porque ya no son necesarias, porque ya cumplieron con su ciclo...
En otras palabras, sacar lo viejo para dejarle lugar a lo nuevo, a lo que está por venir.
Un cambio de aire, o vientos de cambio.
A veces es difícil desprenderse, cuesta un poco al principio, pero definitivamente vale la pena. La mayoría de las personas son reacias al cambio, porque se sienten cómodas como están, porque lo desconocido genera un poco de miedo, cierto riesgo e incertidumbre, porque se acostumbran a lo cotidiano, o, porque se conforman con lo que tienen (y carecen de aspiraciones).
Desde mi punto de vista, está bueno "vaciarse", renovarse y liberarse. Reinventarse a uno mismo. Recargar las pilas para afrontar los nuevos desafíos, limpiar la mente, depurarla.
Está bueno hacer un inventario de los objetivos a lograr, de lo que se tiene, de las asignaturas pendientes, y definitivamente de lo todo que hay que desechar!
Este año me propuse varios cambios, nuevos desafíos, distintos de los del año pasado. Cosas pendientes? Sí, algo me quedó en el tintero...Y este año lo quiero lograr! Pongo todo mi esfuerzo y mi voluntad por conseguirlo! :)
Ready? Set? Go!
